Los árboles a menudo se talan para crear tierras de pastoreo para proveer la demanda de carne del mundo.
Más de 100 líderes globales se han comprometido este martes a acabar con la deforestación para el año 2030, en el primer gran acuerdo de la Cumbre Climática COP26 que se celebra en Glasgow, Escocia.
Posteriormente, al menos 80 países se comprometieron a reducir para el mismo año en un 30% las emisiones de gas metano, uno de los elementos que causan mayor efecto en el calentamiento global.
El pacto sobre la deforestación también fue suscrito por Brasil, donde grandes porciones de la selva amazónica han sido arrasadas en las últimas décadas.
Este acuerdo incluye una financiación que alcanza los US$19.000 millones de parte de fondos privados y públicos.
Y sobre el pacto del metano, que incluye a los países miembros de la Unión Europea, Canadá y EE.UU., el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que podría ser "revolucionario".
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que reducir las emisiones de metano "es una de las cosas más efectivas que podemos hacer" para evitar el aumento de 1,5 °C en las temperaturas medias globales.
"No podemos esperar al 2050, tenemos que reducir las emisiones rápidamente", señaló.
Las principales fuentes de metano incluyen la agricultura, las fugas en la producción de petróleo y gas, y los vertederos. Von Der Leyen dijo que el "mayor potencial" para frenar los niveles de metano proviene del sector energético.
DeforestaciónAunque el pacto sobre la deforestación ha sido aplaudido alrededor del mundo, no todo es optimismo: expertos advirtieron que un acuerdo similar firmado en 2014 "falló en su intento de detener la deforestación" y esos compromisos, ya adquiridos, deben cumplirse.
Ahora, ¿por qué es importante detener la deforestación? Porque los bosques pueden ayudar a absorber las cantidades necesarias de CO2 para frenar el cambio climático.
La cumbre de Glasgow, que tendrá una duración de dos semanas, es vista como crucial para controlar el cambio climático.
Los países que han suscrito este acuerdo -incluyendo a Canadá, Brasil, Rusia, Colombia, Bolivia, Chile, Estados Unidos y la República Democrática del Congo-cuentan con el 85% de los bosques que hay en el planeta.
El dinero acordado para ayudas se le dará a los países en desarrollo para restaurar las tierras afectadas por la deforestación, acabar con los incendios forestales y apoyar a las comunidades indígenas que protegen estos territorios.
La deforestación se ha acelerado en la Amazonía en los últimos años.
Además, los gobiernos de 28 naciones también se comprometieron a acabar con la deforestación para la producción de alimentos de exportación -como la carne- u otros productos agrícolas como el aceite de palma o la soya.
Más de 30 importante firmas a nivel mundial se han comprometido a no financiar más proyectos que estén relacionados con la deforestación.
También se creará un fondo para proteger el segundo bosque tropical más grande del mundo: la cuenca del Congo.
Para el profesor Simon Lewis, del University College de Londres, es "una buena noticia que haya un compromiso político para acabar con la deforestación de tantos países y sobre todo, que haya un dinero que respalde ese empeño".
"Sin embargo, ese acuerdo ya se había dado en 2014, y no ha hecho nada por detener la deforestación en la actualidad".
¿Qué falló en 2014?
La Declaración de Nueva York sobre los Bosques fue un acuerdo voluntario y legalmente no vinculante sobre la deforestación.Se pretendía acabar con la mitad de la deforestación para 2020 y detenerla del todo para 2030. 40 gobiernos se adhirieron al pacto, pero entre ellos no estaban los de Brasil y Rusia.En 2019 un informe señaló que acuerdo fracasó, ya que la deforestación aún continuaba a un ritmo alarmante.
Los países claves
Lo que destaca del pacto de deforestación firmado en Escocia son los países que están involucrados en él.
Por ejemplo, Indonesia es el principal exportador de aceite de palma en el mundo.Producirlo hace que decenas de miles de hectáreas de bosques sean taladas para sembrar la palma de la que se extrae este aceite.
Mientras tanto, otro firmante, Rusia, tiene casi la quinta parte de los árboles que hay en el planeta, que logran absorber 1.500 millones de toneladas de dióxido de cárbono al año.
Y también está Brasil, donde está ubicada gran parte de la selva del Amazonas, la más grande del mundo, que ha sufrido una acelerada deforestación desde la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de este país.
Sobre este punto ha surgido una duda: ¿se puede confiar en Bolsonaro para llevar a cabo este plan?
El secretario de Medio Ambiente de Reino Unido, George Eustice, dijo al respecto: "Vamos a estar seguros cuando los países se comprometan con el plan".
"La última vez que se hizo un pacto similar, en 2014, no estaban ni Brasil, ni Rusia, ni China. Por eso, que Brasil haya firmado significa un gran paso en este objetivo".
El presidente de EE.UU., Joe Biden, señaló que "está confiado" de que los objetivos de este pacto se puedan lograr.
"Lo que tenemos que hacer es sumar intenciones y hacer lo correcto. Lo podemos lograr".
Área de riesgo
Ana Yang, directora ejecutiva de Chatham House Sustainability Accelerator, quien coescribió el informe "Repensar la Amazonía brasileña", dijo: "Este acuerdo involucra a más países, más jugadores y más dinero. Pero la clave está en los detalles que aún necesitamos ver".
Yang señaló que muchas personas que viven en la Amazonía, incluso en sus áreas urbanas, dependen del bosque para su sustento y necesitan apoyo para encontrar nuevos ingresos.
Tuntiak Katan, de la Coordinación de Comunidades Indígenas de la Cuenca Amazónica, dio la bienvenida al acuerdo y dijo que los fondos deben invertirse en apoyar a las comunidades indígenas para que pueden administrar y proteger los bosques.
Katan, un indígena Shuar de Ecuador, dijo a la BBC que las comunidades indígenas protegen globalmente el 80% de la biodiversidad del mundo, pero enfrentan amenazas serias contra su vida.
Durante años hemos mantenido nuestra forma de vida y eso ha protegido los ecosistemas y los bosques. Sin nosotros, ningún dinero o política puede detener el cambio climático", dijo.
Los árboles son una de las principales defensas en un mundo que se calienta. Absorben el dióxido de carbono de la atmósfera, actuando como los llamados pozos de carbono. Absorben alrededor de un tercio del CO2 global emitido cada año.
Actualmente, cada minuto se pierde una zona de bosque del tamaño de 27 campos de fútbol.
Los bosques agotados también pueden comenzar a liberar CO2. Si se talan demasiados árboles, a los científicos les preocupa que el planeta llegue a un punto de inflexión que desencadene un cambio climático abrupto e impredecible.
¿Por qué son importantes ambos acuerdos?
Matt Mcgrath, corresponsal de Medio Ambiente de la BBC
Hay razones para ser optimistas sobre los planes propuestos para limitar la deforestación y reducir las emisiones de metano, específicamente por la escala del financiamiento y los países claves que los apoyan.
Uno de los aspectos más positivos en el tema de la deforestación es que tratará de reforzar el papel de los pueblos indígenas en la protección de sus árboles. Los estudios han demostrado que proteger los derechos de las comunidades nativas es una de las mejores formas de salvar las tierras boscosas.
Pero existen desafíos que necesitan ser superados.
¿Cómo pueden las entidades que financian este pacto verificar que los bosques estén realmente protegidos sin utilizar los satélites para espiar o desafiar la soberanía nacional de alguna manera?
Y los signos de interrogación también se ciernen sobre un punto clave del nuevo plan, que es tratar de eliminar el vínculo con la deforestación de los bienes de consumo vendidos en los países desarrollados.
Ahora, frente al acuerdo de reducción de las emisiones de gas metano los beneficios potenciales son enormes: los científicos creen que podría ayudar al mundo a evitar un calentamiento de 0,3°C para 2040.
En un momento en el que cada fracción de grado es importante, ese es un gran ahorro que podría ayudar a mantener el umbral de 1,5 °C en juego.
Pero hay algunas preguntas importantes en el horizonte.
Los principales emisores, como Rusia, China e India, no forman parte del acuerdo.
Todos los objetivos son voluntarios, no hay un elemento vinculante.
A pesar de esto, la mayoría de los observadores ven el pacto como un buen paso para el mundo y un impulso para la COP26.
autor y fuente https://www.bbc.com/mundo/noticias-59134793