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Medellín, Antioquia
El consumo de la leche es beneficiosa para la salud. En la actualidad se debate sobre el alcance de los mismos. Compartimos con ustedes los motivos por los que este alimento y sus derivados no deben faltar en su dieta.
Leyenda número 1: Leche y derivados
En los últimos años, creencias erradas sobre los derivados de la leche han ocasionado su exclusión de la mesa familiar. No obstante, los lácteos son una fuente principal de calcio, que cubren el 65-75% del requerimiento diario en una persona promedio, constituyendo un elemento importante para la puesta en marcha de diversos procesos del organismo.
Asimismo, investigaciones recientes indican que estos alimentos contribuyen a la reducción y al control del peso.
Por un lado, estudios como el de Zemel MB (2001) afirman que la ingesta de calcio contribuye a liberar grasas acumuladas en el cuerpo, tras permitir su liberación y utilización. De esta manera, este mineral disminuye el almacenamiento de las grasas. En este sentido, dado que el calcio es uno de los principales componentes de los lácteos, estos derivados de la leche permiten reducir el peso.
Es necesario resaltar, que aunque existen alimentos vegetales que contienen igual o más calcio que los lácteos, este componente no es absorbido adecuadamente por el organismo. Además, los vegetales presentan compuestos –como la fibra– que interrumpen la absorción del calcio, por lo que sus beneficios no son aprovechados.
Por otro lado, investigaciones como las de Guéguen, Pointillart (2000) señalan que el consumo de lácteos genera una sensación de saciedad. Es decir, permite que el organismo después de una ingesta de alimentos –que incluye una porción de lácteos–, quede satisfecho. Esto se debe a que las proteínas de la leche generan un efecto saciante.
Por otra parte, una de las principales creencias que ha conllevado a la exclusión de los productos lácteos de la dieta diaria se debe a que estos alimentos pueden engordar por su contenido de grasas saturadas. Es importante aclarar que una ingesta adecuada de los lácteos no provoca un aumento de peso. Mayormente, la subida de peso se debe a un consumo elevado de calorías y a la falta de actividad física.
De acuerdo a lo anterior, existen opciones de lácteos descremados o bajos en grasas que tienen menos calorías que los lácteos enteros que ayudan a controlar y reducir el peso. Al respecto, un estudio coreano de Hae-Jeung Lee (2014) concluyó que las personas que consumían lácteos descremados, como la leche y el yogurt, tenían menos posibilidades de padecer obesidad.
Para comenzar una alimentación que incluya lácteos, la Fundación Española de la Dieta mediterránea, recomienda dos porciones de lácteos (como leche, yogurt, de preferencia bajos en grasa, y quesos frescos) al día en la población adulta. El tamaño de la porción la puedes encontrar en la siguiente imagen.
En resumen, dado que los lácteos son la fuente principal de calcio altamente absorbible, los derivados de la leche favorecen a la utilización de las grasas almacenadas del organismo y generan la sensación de estar satisfecho. Por lo tanto, el consumo de una dieta que incluya dos porciones de lácteos bajos en grasa al día ayuda a combatir el exceso de peso en personas adultas.
AUTOR-FUENTE.
CONtexto ganadero.
https://www.contextoganadero.com/blog/engordan-los-lacteos
Autor: Daniel Correa Villada
Antioquia, Colombia
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