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Al día de hoy, aún no se conocen bien las causas del timpanismo abomasal. Los terneros fallecen de shock séptico, luego hay una infección bacteriana ocasionadapor la Sarcinia o por el clostridium perfringens tipo A, pero puede también no encontrarse nada.
Esta enfermedad no tiene un nombre concreto, pues la traducción literal del nombre más usado en inglés puede entenderse como timpanismo abomasal o abomasitis del ternero, que se refiere a una inflamación de la pared del abomaso acompañada de la dilatación como lo explica la revista Frisona.
El mecanismo por el que se produce la enfermedad en al aparato digestivo, intestino o cuajar, siempre es el mismo. Para ser más precisos, el animal come un alimento rico en proteínas o azucares, por algún motivo el sistema digestivo se ralentiza, la bacteria empieza a reproducirse aprovechando la disponibilidad de alimento y produce gases a la vez que libera toxinas. (Lea: Conozca el impacto del timpanismo abomasal en terneras)
Tales toxinas se denominan exotoxinas porque las produce y libera hacia el exterior mientras la bacteria está viva, por lo que puede afirmarse que son las que dañan la pared digestiva.
De esta manera se pueden producir diferentes enfermedades en los terneros. Cuando el alimento ingerido ha sido la leche, se produce la enteritis necrótica del ternero recién nacido, producida por el C. perfringens tipo B o C en animales menores de 3 días de vida o también el timpanismo abomasal por C. perfringens tipo A en animales menores de 3 semanas de edad.
Cuando se ingieren pasturas frescas o concentrados en terneros de 2 a 6 meses se produce la enteritis necrótica por C. perfringens tipo B o C o la enterotoxemina tipo D.
Para prevenir estas enfermedades se utilizan vacunas policlostridiales que contengan, entre otros elementos, antígenos frente a estas bacterias. Pero lo más importante es impedir que se presenten las condiciones que hacen que se reproduzcan esas bacterias.
Cualquier situación que rompa la rutina alimenticia puede generar una ingestión y consecuentemente una detención de la digestión que estimule el crecimiento bacteriano. Por ello, hay se debe ser muy regular en los horarios de las tomas y suministrar siempre cantidades regulares y a una misma temperatura.
Cantidades excesivas de leche, a destiempo, o a temperaturas demasiado frías, retrasa el vaciado del cuajar y predispone a la enfermedad. También es importante la concentración de la leche en polvo porque una leche demasiado concentrada tiene una alta presión osmótica y ello es causa de retraso del vaciado abomasal.
Por la misma razón, cualquier producto que se agregue a la leche, retrasa su digestión y se incrementa el riesgo. También son factores predisponentes la leche de vaca contaminada y el agua no potabilizada.
Adicionalmente, existen factores de manejo y nutricionales que predisponen la ocurrencia de la enfermedad. Una dieta consistente, la adición cuidadosa de aditivos, temperaturas adecuadas de la leche, la limpieza de los equipos de alimentación y una apropiada vacunación pueden contribuir a evitar la ocurrencia del timpanismo abomasal en terneras.
AUTOR-FUENTE.
NOTIAGRO.
Autor: Daniel Correa Villada
Antioquia, Colombia
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