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Bogotá, Cundinamarca
También conocido como el tatuador de los pastos, el insecto se reportó en 1988 en los municipios de Madrid y Mosquera (Cundinamarca) y se extendió a toda la sabana de Bogotá y los valles de Ubaté y Chiquinquirá, atacando praderas dedicadas a la producción lechera.
En un trabajo elaborado por Díaz y Ramírez del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), los autores revelaron que entre 1988 y 1993 la plaga se extendió a diferentes municipios del centro, sur y occidente del departamento, afectando el follaje del pasto kikuyo.
Se trata del insecto Collaria scenica que ha recibido nombres como chinche de los pastos o chinche chupador, y que ocasiona daños considerables al forraje.
Este insecto es una de las especies del género Collaria encontradas en nuestro país, las otras dos son C. oleosa, que se encontró en Antioquia en 1953 y posteriormente en Valle del Cauca en 1981, y C. columbiensis, identificada en la sabana de Bogotá en 1988.
El estudio describió que la hembra ovoposita entre uno y 17 huevos en los primeros cinco entrenudos de la macolla. En los estudios de laboratorio, el período de incubación varió entre 12 y 19 días con el día 15 como el de mayor eclosión.
El chinche es un insecto chupador que extrae la clorofila del pasto para su alimentación, haciendo que se vean parches de color amarillo en la parte superior de las hojas, síntoma que indica una alta concentración de esta plaga.
Dado que el kikuyo se cultiva con mayor frecuencia en la sabana de Bogotá y los valles de Ubaté y Chiquinquirá, por ser una de las gramíneas más comunes y de mejor adaptabilidad a estas zonas de clima frío, cuando ataca produce cuantiosas pérdidas económicas.
Según César Ramírez, coordinador agrícola de la seccional Cundinamarca en el año de publicación (2002), el chinche es la “principal plaga que ataca gramíneas forrajeras en el altiplano cundinamarqués”, impactando la capacidad de carga y la producción de leche.
Se encontró que las mayores densidades de insectos se encuentran entre los 2000 y 2400 m s. n. m., mientras que por encima de 2700 m no se observa. La temperatura que más le favorece es entre 14 y 20 ºC y presenta resistencia a heladas, pero no a temperaturas bajas constantes.
“En zonas húmedas o donde la lluvia es más abundante, la población de chinche tiende a aumentar” y “su desplazamiento fue de sur a norte y de occidente a oriente”, anotaron.
Un artículo anterior de Martínez y Barreto citó un estudio de 1998 que concluyó que el chinche era “el principal problema tecnológico de las explotaciones lecheras de la sabana de Bogotá” y que además “el 95 % de las fincas presentaron alta incidencia y daño de la plaga”.
En esta región las pérdidas estaban entre 0,2 y 2 unidades por fanegada en carga animal y entre 0,5 y 5 litros diarios por vaca, en tanto que en los valles de Ubaté y Chinquinquirá fue de 0,2 a 1 unidad de ganado por fanegada y entre 1,3 a 3 litros diarios o hasta 8 litros por fanegada.
“Además de estas pérdidas, se presentan problemas reproductivos como abortos asociados al mal uso de los insecticidas para el control de la plaga”, añadieron.
En la segunda parte describiremos cómo controlar el chinche evitando los eventos adversos antes mencionados.
Autor fuente: CONtexto ganadero
https://www.contextoganadero.com/ganaderia-sostenible/en-que-zonas-se-ha-reportado-la-presencia-del-chinche-de-los-pastos
Autor:
Antioquia, Colombia
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