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Bogotá, Cundinamarca
Colaboración especial del Jardín Botánico del Quindío para LA CRÓNICA.
Foto : Alejandro Grajales (birding & herping)
Los colibríes son exclusivos de América. La palabra colibrí aparece por primera vez en 1640 en un documento del sacerdote jesuita Jackes Button titulado “Relación del establecimiento francés en la isla de Martinica”, un departamento ultramarino de Francia en el Caribe. Al parecer, no era usada en los dialectos caribes, como lo indica el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, sino que, según la organización francesa Centro Nacional de Recursos Textuales y Lexicales, viene de colobro colubro, que significa culebra en occitano (una lengua francesa), debido a los repentinos arrebatos de bravura de estas aves.
Todos los colibríes pertenecen a la familia Trochilidae, vocablo creado en 1825 por Nicolás Aylward Vigors, ornitólogo y político irlandés, vocablo que viene del griego trochílos, atribuido a un chorlito egipcio, avecilla de los humedales africanos. Es una denominación muy curiosa porque, se repite, todos los colibríes son americanos. Suman en total 365 especies, de las cuales 163 viven en Colombia, casi el 45 %. Es decir que, de cada 10 colibríes del planeta, más de 4 son colombianos. Y viene lo asombroso: en el Quindío se han registrado 44 especies de colibríes, es decir ¡más de la cuarta parte de todo el país y el 12 % del mundo!
Uno de ellos se designa como colibrí colirrufo, muy agresivo, territorial y dominante, llamado también amazilia de cola rufa. El color rufo solo se aplica al cabello humano y a plumas de aves y es similar a una tonalidad canela. El nombre del ave en inglés es Rufous-tailed Hummingbird, que traduce colibrí de cola rufa.
Su denominación científica actual es Amazilia tzacatl, que fue precedida por Trochilus tzacatl, dada en 1833 por Pablo de La Llave, un ornitólogo, botánico, político y sacerdote mexicano. El género fue luego sustituido por Amazilia, que fue acuñado 10 años después por René Primevère Lesson, un ornitólogo y médico francés. Tomó el nombre de “la bella y tierna Amazili… más altiva en su porte y más veloz en su carrera…”, una heroína peruana sacrificada por los invasores europeos, que aparece en el libro del escritor francés Jean François Marmontel “Los incas o la destrucción del Imperio del Perú”, que es una fuerte diatriba contra el fanatismo religioso y contra los vejámenes que los españoles cometieron contra los indígenas en nombre del dios cristiano y del imperio.
El Congreso Ornitológico Internacional ha reconocido 30 especies del género Amazilia. El epíteto específico corresponde a Tzacatl, un jefe guerrero en la mitología náhuatl o azteca. Es por lo tanto un ave con nombres de mucha alcurnia.
El colibrí colirrufo se da desde el oriente de México hasta Venezuela, Ecuador y Perú; en Colombia habita en las regiones Caribe, Pacífica y en parte de la Andina, hasta los 1.850 metros de altitud. La hembra es la que se encarga de la construcción del nido y obviamente de la incubación. Su alimento principal es el néctar de muchas flores, incluidas las heliconias, y algunos insectos pequeños. Todos los colibríes son unas criaturas sorprendentemente bellas.
Autor y fuente
https://www.cronicadelquindio.com/noticias/fauna-1/el-colibri-colirrufo
Autor: Administrador TuAgro
Antioquia, Colombia
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